Hace casi una década, Ethan Hallmark, un joven de Midlothian, Texas, tocó los corazones de miles con su valiente lucha contra el cáncer, y ahora su historia vuelve a brillar. La organización de narración digital I Am Second ha lanzado un nuevo documental titulado “El Legado de Ethan Hallmark,” que explora la profunda influencia que dejó este joven en el mundo.
A los 10 años, Ethan fue diagnosticado con neuroblastoma en etapa 4, un tipo de cáncer raro y agresivo. A pesar de los numerosos tratamientos y pronósticos poco alentadores, Ethan se mantuvo firme en su fe, convirtiéndose en un ejemplo de resiliencia y esperanza para muchos.
El documental, una colaboración entre I Am Second y Ditore Mayo Entertainment, incluye entrevistas con Ethan, sus padres, y miembros de la comunidad de Midlothian. A través de conmovedoras imágenes y relatos, se explora no solo la fe de Ethan, sino también el impacto duradero de su vida, incluso después de su fallecimiento en septiembre de 2014.
Los padres de Ethan, Matt y Rachel Hallmark, recuerdan con cariño la fuerza excepcional de su hijo. “Era evidente que había algo especial en él, y eso atraía a la gente”, comentó Matt. Rachel recordó cómo Ethan, a pesar de estar en cuidados paliativos, insistía en compartir su pasaje bíblico favorito, el Salmo 45, un “canto de amor” de los hijos de Coré.
Rachel compartió una poderosa anécdota: “Estábamos terminando de filmar y Ethan, a pesar de estar físicamente débil, quiso asegurarse de decir su versículo favorito. Este es un niño que está muriendo, y sin embargo, lo que más quería era contar lo bueno que es Dios”.
John Humphrey, director ejecutivo de I Am Second, expresa que esta continuación es un testimonio de la fortaleza y el coraje de Ethan. “Nunca esperábamos que la historia de Ethan fuera más allá del primer documental, pero la manera en que su vida sigue inspirando y transformando a otros ha sido simplemente milagrosa”, afirmó Humphrey.
Incluso enfrentando una enfermedad incurable, la perspectiva de Ethan sobre Dios nunca se tambaleó. “Obviamente, quiero vencer esta enfermedad”, dijo Ethan en 2014. “Pero no voy a estar tan triste si no lo logro. El cielo no es un lugar simplemente bueno, es un lugar perfecto. Claro que quiero vivir una vida larga; ¿quién no lo desea? Quiero ver a mis hermanos crecer, graduarme. Pero no es mi plan, es Su plan. Y Su plan es perfecto. Al final, ganaré de cualquier manera”.
La historia de Ethan Hallmark es un recordatorio conmovedor del poder de la fe y la esperanza, incluso en los momentos más oscuros, resaltando cómo un solo encuentro puede tener un impacto profundo y duradero.