Mel Gibson sorprende al mundo cristiano y cinéfilo al anunciar que Jim Caviezel, quien interpretó a Jesús en “La Pasión de Cristo” (2004), no regresará para la esperada secuela “La Resurrección de Cristo”. El anuncio marca un giro inesperado para una de las franquicias más influyentes en la historia del cine bíblico, justo cuando Lionsgate confirma el estreno mundial en dos partes para 2027: la primera, programada para el Viernes Santo (26 de marzo), y la segunda durante el Día de la Ascensión (6 de mayo).
La decisión de buscar un nuevo actor para el papel de Jesús se debe principalmente a retos técnicos y presupuestales, especialmente el coste elevado de rejuvenecer digitalmente al actor original, dado el tiempo transcurrido desde la primera cinta. Además, Monica Bellucci tampoco volverá como María Magdalena. Mel Gibson está realizando audiciones en Roma y apuesta por un elenco renovado que aporte juventud y frescura al relato.
La secuela abarcará el período desde la resurrección de Jesús hasta la muerte del último apóstol. Según declaraciones de Gibson, el guion, en el que trabajó siete años junto a su hermano y Randall Wallace (guionista de “Corazón Valiente”), tendrá una narrativa “ambiciosa” y poco convencional, incluyendo recursos visuales innovadores y elementos que exploran lo espiritual y lo sobrenatural. El enfoque promete ser distinto al de la primera película: se deja atrás la dureza gráfica y se centra más en el viaje espiritual y las implicaciones de la fe cristiana.
Gibson también adelantó que la secuela pretende conectar con las nuevas generaciones, utilizando recursos visuales modernos y una narrativa profunda, abordando no solo la resurrección, sino la lucha por la fe y la perseverancia de los apóstoles. Se busca así una experiencia cinematográfica transformadora que invite a la reflexión sobre la trascendencia de la fe en tiempos actuales.
“La Resurrección de Cristo” llega como secuela de un fenómeno global que recaudó más de 600 millones de dólares y generó intensos debates. El cambio de elenco y el tono más contemplativo buscan mantener la vigencia de la historia para nuevas audiencias, sin perder la fidelidad al mensaje central de esperanza y redención.
Esta nueva etapa representa una oportunidad única para jóvenes creyentes de redescubrir el impacto del mensaje pascual a través del cine. Más allá de la emoción por los estrenos, el trasfondo es claro: la fe sigue inspirando historias y abriendo debates que desafían y motivan a quienes buscan respuestas auténticas en una época de incertidumbre.


