La música cristiana urbana acaba de dar un giro inesperado. La Reforma, la banda colombiana conocida por fusionar ritmos latinos con sonidos contemporáneos, lanzó «PADRE», su primera incursión oficial en el género worship. Pero esto no es adoración convencional: es una conversación cruda entre un hijo que regresa y un Padre que siempre estuvo esperando.
El sencillo, disponible desde hoy en todas las plataformas digitales, nació de un lugar inesperado. «’PADRE’ nació de una oración, no de una idea comercial», comparte la banda bogotana. En medio del ruido constante del mundo actual, los hermanos Lacouture sintieron la urgencia de crear algo que recordara lo fundamental: volver al origen, a lo que realmente importa.
La frase central del tema lo resume todo: «Voy a los brazos del Padre, Él me guiará y me sostendrá».
El momento que cambió todo
Durante la grabación en el estudio, algo extraordinario sucedió. Cuando Christian interpretó la voz principal, el ambiente se transformó. «Hubo un silencio total. Todos sentimos que no era solo una interpretación; era algo espiritual», recuerda la banda.
Sergio, quien también es el productor del tema, tomó una decisión poco común en la industria musical: detuvo la sesión y dijo: «No lo repitas. Ya quedó. Eso no se puede fabricar». Esa toma, imperfecta técnicamente pero llena de autenticidad, se convirtió en el corazón de la canción.
Worship con sabor urbano
Musicalmente, «PADRE» desafía las categorías tradicionales. La banda mezcla el lenguaje del pop congregacional con elementos de rap y trap, manteniendo la producción moderna que los caracteriza. Es adoración, sí, pero con el flow y la esencia urbana que ha distinguido a La Reforma desde sus inicios.
Para esta colaboración, la banda sumó a Fernando Ramos y a TWICE, agrupación peruana que aporta su propia perspectiva al sonido. El resultado es un tema que suena fresco sin perder profundidad espiritual.
Adoración fuera de los muros
El video oficial refuerza el concepto central: la fe no vive solo en los templos. La cámara captura calles, rostros cotidianos y momentos que revelan la presencia del Padre en lo ordinario. Es una declaración visual poderosa de que la adoración también habita en las esquinas, en el transporte público, en la vida real.
«Es una experiencia que se vive con los ojos cerrados y el corazón abierto», describe la banda. No es solo una canción para cantar en domingo; es una invitación a encontrar lo sagrado en medio de lo común.
Una nueva etapa
Con «PADRE», La Reforma demuestra que la adoración puede tener fuerza, ritmo y autenticidad sin perder su esencia. La banda, que ha sido reconocida por llevar música cristiana a espacios seculares y romper esquemas en la escena colombiana, ahora abre un nuevo capítulo en su historia.
Este lanzamiento marca un punto de inflexión: la adoración urbana ya no es una contradicción de términos. Es una realidad que resuena en las calles de Bogotá y más allá, recordándonos que el Padre siempre está esperando, sin importar desde dónde vengamos.





