El álbum presenta una combinación de rock, pop y gospel, lo que permite a Pescao Vivo explorar diferentes sonoridades mientras mantienen su identidad única. La producción es vibrante y dinámica, con arreglos que invitan a la reflexión y al baile. Cada canción está diseñada para conectar emocionalmente con el oyente, utilizando letras que abordan experiencias cotidianas desde una perspectiva espiritual.