El sencillo presenta una producción contemporánea que mezcla elementos de hip-hop y reguetón, creando un ambiente sonoro atractivo. Las letras suelen abordar temas de vida, fe y superación, características que han definido la carrera de Niko Eme. Su habilidad para contar historias a través de la música permite que los oyentes se conecten emocionalmente con el mensaje.