La producción de «Todo El Mundo» combina ritmos vibrantes de reguetón y pop, creando un ambiente festivo que invita a bailar y disfrutar. Las letras celebran la diversidad, enfatizando que no importa la procedencia o el trasfondo, todos son bienvenidos en el amor de Dios. Frases como «Todo el mundo is invited to the club» reflejan un mensaje de inclusión y alegría, haciendo hincapié en que la fiesta de la fe es para todos.