El álbum incluye 13 canciones que exploran temas de fe, esperanza y la relación personal con Dios. Las letras están diseñadas para inspirar y alentar a los oyentes en su caminar espiritual. La producción del álbum mantiene el estilo característico de Marcos Vidal, combinando melodías emotivas con arreglos musicales que van desde el pop hasta influencias más acústicas.