Smith Wigglesworth fue un influyente predicador y evangelista británico, conocido como el “apóstol de la fe”. Nacido en 1859 en Yorkshire, Inglaterra, Wigglesworth se destacó por su enfoque en la sanidad divina y los milagros, lo que le otorgó una reputación notable dentro del movimiento pentecostal.
Vida y Ministerios
Conversión y Llamado
Wigglesworth tuvo una conversión dramática a la fe cristiana a los 18 años. Su vida espiritual se transformó radicalmente, lo que lo llevó a convertirse en un predicador apasionado. A lo largo de su ministerio, realizó numerosas sanidades y milagros, lo que atrajo a multitudes de creyentes y curiosos por igual[1][4].
Enfoque en la Fe
Era conocido por su énfasis en la fe activa. Creía firmemente que la fe debía ser acompañada de acción, y que los cristianos debían vivir en una relación constante con Dios. Su legado incluye numerosos testimonios de sanidades instantáneas y transformaciones espirituales que ocurrieron durante sus reuniones[2][5].
Legado
Wigglesworth dejó un impacto duradero en el cristianismo contemporáneo, especialmente dentro del movimiento pentecostal. Sus escritos y sermones continúan inspirando a muchos creyentes hoy en día. Su vida es un testimonio del poder de la fe y de cómo una relación profunda con Dios puede manifestarse a través de acciones concretas y milagrosas[3][4].
Smith Wigglesworth es recordado no solo como un predicador poderoso, sino también como un hombre de Dios cuya vida estuvo marcada por la fe y el poder del Espíritu Santo.