Aprovecha el poder de la tensión: Estirado, pero no quebrado 

Categoría

Crecimiento Espiritual

Páginas

208

Idioma

Español

Editorial

Lanzamiento

2020

La palabra tensión proviene de la palabra latina tendere, que significa “estirar”. No es malo estirarnos en nuestras carreras, nuestra crianza de los hijos, nuestros ministerios o nuestro liderazgo. Sin tensión, nos estancamos y dejamos de crecer. De hecho, podríamos decir que la tensión es inevitable y, en muchos casos, deseable en la vida y el liderazgo.

En Aprovecha el poder de la tensión: estirado, pero no quebrado, el consultor internacional de liderazgo, Sam Chand, examina la tensión a medida que surge en y entre los ámbitos de negocios, iglesia y familia. La presencia de tensión no es un defecto en ti o una amenaza de los demás. No es un problema para resolver, sino un recurso para utilizar. Cuando desarrolles esta perspectiva y encuentres tensión, estarás menos confundido y te sentirás menos culpable porque entiendes que la tensión no es el resultado de un error o un fallo tuyos. Experimentarás menos presión para resolver todo y menos compulsión para resolverlo rápida y completamente.

Cuando aceptamos la tensión como una realidad de la vida, ganamos confianza y claridad mental ante ella. Nuestro objetivo no es deshacernos de la tensión, sino usarla para crear algo mejor que antes. No caminamos sobre cáscaras de huevo, por miedo a decir algo incorrecto. Aprendemos cuándo hablar, cuándo hacer preguntas, cuándo escuchar y cuándo dejar ir las cosas. A medida que nos relajamos en medio de la tensión, vemos a las personas y las situaciones más claramente, e invitamos a nuestras familias y equipos al proceso de utilizar creativamente la tensión en la vida y el liderazgo.