Todos enfrentamos y enfrentaremos momentos difíciles. La adversidad, muchas veces, se presenta de manera inesperada, y puede ser temporal, o nos acompaña por largos períodos de tiempo. La adversidad podría alterar el proyecto de vida que teníamos planeado o producir cambios inmediatos en nuestro estilo de vivir. Sin embargo, siempre deja lecciones maravillosas y conocemos a Dios de una forma diferente, profunda y personal.
Toda adversidad tiene solo una ruta: la de ser superada.
Cómo enfrentar momentos difíciles le ayudará a convertir la adversidad en oportunidades. Sus recomendaciones son claras y sencillas, entre otras: enfrente los pensamientos negativos; piense bien la situación y sus posibilidades; no se detenga, avance; rodéese de personas que lo animen; admita sus limitaciones; desarrolle estrategias; y descubra las oportunidades de la vida.