Todos los seres humanos estamos expuestos a enfrentar adversidades. Ser creyentes no nos exime de eso, pero tenemos la promesa de Dios de que, al final, la victoria es nuestra. Sin embargo, mientras las atravesamos, con frecuencia olvidamos quiénes somos en Cristo.
Nuestras reacciones humanas pueden entorpecer la manifestación de la victoria, y hasta empeorar nuestra situación. Cuando
termina la crisis, seguimos lamentando lo perdido, sin entender que tenemos que luchar por lo nuestro, y podemos recuperar con recompensa lo que creímos perdido.
Cómo Recuperar lo Perdido, de Otoniel Font, pretende recordarte quién eres, y desafiarte a que te levantes de donde estás, y empieces de nuevo para que recibas todo lo que Dios tiene para ti. De la misma manera que Dios le aseguró a David, persíguelos, alcánzalos y arrebata lo que es tuyo, te lo dice a ti hoy con la misma firmeza y la misma convicción del Dios que es el mismo ayer, hoy y siempre.
Definitivamente, hay momentos cuando nos vamos a enfrentar a la adversidad y a la fragilidad humana. Hay momentos en que vamos a pasar por momentos difíciles, y vamos a ver nuestras debilidades.
Tanto los justos como los impíos caen. La diferencia está en que el impío cae y no sabemos si se levanta, pero el justo puede caer siete veces, y siete veces Dios lo levanta.
El hecho de vivir en la justicia de Dios no nos exime de los problemas, de las dificultades ni de las caídas. La diferencia es que aquellos que vivimos en la justicia de Dios, en el momento que caemos, somos capaces de levantarnos.
Tú puedes enfrentar tu adversidad, conquistar la crisis, y recuperar multiplicado todo lo que has perdido. ¡Prepárate para lo mejor!