El exiliado no es solo un relato de la época de la Reforma y la Contrarreforma… aunque también lo es. A decir verdad, constituye una descripción de cómo las diferentes sociedades se definen y se labran no únicamente en el presente, sino también en el futuro basándose en los valores que abrazan. Son esos valores los que las convierten en fuertes o en muy débiles a la hora de enfrentarse con crisis. Esos valores son, además, los que las colocan sobre la senda de un futuro próspero o de una repetición de desastres ya sufridos en el pasado.
Lo mismo podría decirse de hermanos y médicos, con pícaros y clérigos, con amigas y amadas, con niños y jueces. Sin embargo, a pesar de su carácter anónimo, todos y cada uno de ellos se ven afectados por los modelos sociales en los que viven.