El propósito de esta obra es despertar su corazón a esta verdad gloriosa. Dios tiene para nosotros una vida maravillosa. La suprema grandeza de su poder está disponible para nosotros. No basta tener al Espíritu Santo residente; él tiene que ser presidente. No basta ser habitados por el Espíritu; ¡Tenemos que ser llenos del Espíritu!