El mensaje es claro: no podemos darnos el lujo de esperar a que el futuro sea presente para darnos cuenta de que no es lo que soñábamos. Tampoco podemos sentarnos a esperar que tan solo “ocurra”, mientras hacemos hoy lo que no nos va a llevar a donde queremos.
Mucho menos podemos planear el futuro soñado, contaminados con lo que ocurre en nuestro presente, y lo que llevamos en la mente. El tema es: el punto de partida para disfrutar tu mañana es tu futuro. Asume tu derecho a descubrir tu futuro, y diséñalo hoy desde la perspectiva de mañana.