Hay visionarios que operan tras bastidores, forjando trayectorias y dando forma a proyectos musicales que resuenan en millones de corazones. Lian Duarte, nacido en Argentina el 27 de junio de 1978, y quien desde sus inicios demostró una fuerte pasión por la música, es una de esas mentes maestras, un profesional cuyo recorrido no es una línea recta, sino un tapiz tejido con pasión, propósito y una profunda comprensión de la conexión entre el talento, la comunidad y la fe. Su historia es un testimonio de cómo la intuición, el liderazgo y la tecnología, cuando se aplican con sabiduría, pueden transformar el panorama de la música cristiana.
De la Guitarra al Marketing Global: Una Carrera Forjada por la Visión
La trayectoria de Lian Duarte comenzó, como muchos en la industria, desde la base musical. Sus inicios en Instituto Canzion, fueron claves en todo su proceso, donde pasó quince años desarrollando habilidades en liderazgo y gestión como director general de veinte escuelas en Argentina, supervisando a cerca de dos mil alumnos.

Sin embargo, hubo un momento pivotal en su vida que cambiaría su dirección. Siendo ya un hombre casado y con dos hijos, con un trabajo estable, decidió que necesitaba dar un «salto» para los próximos años.
Un encuentro con un pastor que compartió un devocional en la escuela fue el catalizador. Este pastor lanzó un desafío: capacitarse y crecer para que Dios pudiera usarles con mayor impacto. Lian, aunque temeroso y cuestionándose si era una buena decisión a esa altura de su vida, recibió una reveladora frase:
4 años en tu vida van a pasar de la misma manera, van a pasar igual. Te pueden encontrar al final de esos 4 años con un título universitario o sin un título universitario. Eso es lo que vos vas a decidir.
Aquellas palabras fueron determinantes. Con el apoyo de su esposa, se inscribió y se recibió como licenciado en Marketing, una carrera que, según él, fue determinante para su trabajo actual.

Lian percibe el marketing como esa herramienta para conectar un producto, un servicio con una comunidad. Esta perspectiva lo llevó a ocupar el puesto de Head of Marketing a nivel global del Instituto Canzion durante un año, un rol que lo preparó para su siguiente gran paso: Heaven Music. Allí, inició como Director de Marketing para el sello discográfico, pero pronto se encontró en un terreno que ni siquiera conocía a fondo al principio: el mundo de un A&R (Artista y Repertorio).
El Rol del A&R en la Música Cristiana: Más Allá de los Números
El rol de A&R, en la visión de Lian, es profundamente significativo, especialmente en la industria cristiana. Él lo describe como el punto de conexión entre lo que es el artista y el sello. Es, a su vez, un acompañamiento mucho más cercano, que abarca desde la selección de repertorio y la producción hasta la estrategia de lanzamiento, buscando dar un acompañamiento integral al artista.
Pero la responsabilidad de Lian va más allá de los aspectos técnicos y contractuales. Como empleado del sello, debe velar por los intereses del sello, pero también debe «honrar esa relación» con el artista. En el contexto cristiano, este rol adquiere una dimensión de mentor y guía. Muchas veces el rol del A&R también es de ser un mentor, un líder, un guía, porque muchas veces necesita saber si esa persona está bien, si esa persona se está congregando en su iglesia, si está sirviendo, explica Lian.
La meta es asegurarnos de que las personas que están cantando con un micrófono realmente sientan y vivan lo que cantan, que realmente estén viviendo una vida consagrada con Dios y estén utilizando sus talentos y dones para poder comunicar el mensaje.
Este compromiso con la autenticidad y los valores cristianos hace que su trabajo sea más complejo. Además, conlleva una responsabilidad que proviene del liderazgo cristiano, el cual implica acompañar y guiar a otros.

Un ejemplo de esta visión integral es su participación en proyectos como el álbum «Legado» de Marcos Witt, donde sirvió de puente para la colaboración con Factor de Cambio y Sarai Rivera. Su trabajo implicó asegurarse de que hubiera un match no solo musical, sino también de valores y visión entre los artistas.
La Búsqueda de Talento y la Inteligencia Artificial
La pregunta sobre cómo Lian descubre nuevos talentos, comparada con un cazatalentos de béisbol, revela su filosofía de atracción sobre persecución. «No persigas un sello», aconseja a los artistas. «Atráelos a ti». Su experiencia le ha enseñado que el talento por sí solo no es suficiente. «Hoy con talento no alcanza. Entonces, okay, tengo talento, pero tengo comunidad. ¿Qué podemos hacer?».
Para él, la intuición no es suerte, sino un cúmulo de experiencias pasadas que te ayuda a tomar decisiones más apropiadas.
No se necesita ser mejor que el artista; solo hay que estar atento a leer la situación y darle el mejor consejo. La clave radica en la confianza: Cuando se construye confianza con alguien, todo se acelera.
En este paisaje cambiante, la tecnología es una aliada indispensable. Lian es un entusiasta de la inteligencia artificial, la IA, en su visión, es una herramienta poderosa para mejorar desde lo más básico, como redactar correos profesionales en otros idiomas, hasta asistir en la composición, análisis de contratos e incluso automatizar el desarrollo de comunidades de fans. Él cree firmemente que la inteligencia artificial ha bañado a toda la industria y que la versión actual es la peor versión que vamos a conocer de la inteligencia artificial, porque esto apenas empieza. Su consejo es claro: el artista o el profesional de la industria empiece a implementar la inteligencia artificial en todos sus procesos.
Sin embargo, Lian es enfático en que la IA debe «potenciar lo que ya tienes, no suplantarlo». A pesar de los avances tecnológicos, no hay nada que suplante a lo humano, especialmente en el arte y la música, donde las imperfecciones y el alma son esenciales. El verdadero trabajo duro ahora, según él, está en crear buenos prompts, darle contenido eficaz para que realmente trabaje de forma correcta. Se trata de saber cómo utilizarla, pero en utilizarla, con criterio.
El Corazón de la Misión: Honrar a Dios y Servir a la Comunidad
Para Lian Duarte, el motor principal detrás de todo lo que hace es la fe. Su mensaje a los artistas es inquebrantable:
Busca la atención de Dios; busca que Dios sea tu guía y que puedas ser validado por Él.
Esta conexión genuina es lo que, en última instancia, atraerá la visibilidad y las oportunidades. Haz tu trabajo, sé diligente, sé comprometido, mira para adelante, enfocado, que puedas hacerlo todo para glorificar a Dios. Dios mismo es el que abre las puertas.

Lian rechaza la idea de buscar atajos o de culpar a otros por el éxito o la falta de este. Insiste en que la inversión más fuerte del artista debe ser que lo que estés haciendo pueda estar alineado con el corazón de Dios, lo demás se va a ir dando. Reconoce que cuando una persona tiene esa relación íntima con Dios, se percibe un «algo» que atrae a la gente y le da vida al proyecto. No es pasividad, sino un llamado a la acción consciente: no esperes que todo caiga de arriba. Tú tienes que trabajar, pero siempre enfocado.
En un sector donde, a veces, parece que el enfoque se ha desviado hacia las reproducciones y las métricas superficiales, Lian Duarte y su equipo se concentran en música de calidad, en artistas de calidad, en artistas que no solo son artistas, sino que son personas que tienen una relación genuina con el Señor. Su labor es la de un arquitecto invisible, construyendo puentes entre el talento, la tecnología y el propósito de Dios, asegurando que la música cristiana no solo resuene en los oídos, sino también en el corazón.
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Agradecimientos:
Gracias a Dios por hacer todas las cosas posibles, gracias a Lian por el tiempo, la disposición para conversar abriendo su corazón, mostrándonos su pasión por la música y su deseo por enseñar, y también al equipo de Allegro por hacer posible esta conversación.